원문 제목: Los delitos de las diez zonas más inseguras de la capital

원문 링크: http://www.elperiodico.com.gt/es/20140525/pais/248060/

En la zona 1 se registra el mayor número de asaltos a peatones; en la 7, de robo de vehículos y en la 18 hay más lesiones y homicidios, según la Policía Nacional Civil (PNC).

La criminalidad en la capital se comporta de manera distinta de acuerdo al área en la que opera. En las diez circunscripciones más peligrosas de la ciudad ocurren a diario decenas de hechos delictivos y crímenes. Sin embargo, reportes de la PNC revelan cómo en estos sectores la delincuencia ha definido sus objetivos y prioridades a la hora de cometer sus fechorías.

Los registros de las zonas: 1, 7, 12, 11, 18, 6, 5, 3, 21 y 13 (con la más alta incidencia criminal, según el Ministerio de Gobernación) evidencian cierto grado de estructura y especialización de parte de los grupos criminales.

Por ejemplo, en los primeros cuatro meses del año, 66 transeúntes habían sido blanco de atracos en la zona 1. La cifra es menor en las restantes nueve zonas. En la 12 fueron 17; en la 7, 12 igual que la zona 11; mientras que en la 3, se reportaron diez.

Para robar automóviles los delincuentes prefieren la zona 7. A la fecha, la PNC investiga 108 casos en colonias del área. En las zonas 11 y 12, este tipo de hechos también es frecuente. Del 1 de enero al 27 de abril, las fuerzas de seguridad han recibido 154 denuncias (77 en cada una) y 64 de la zona 1.

Es en la zona 18, en tanto, donde han ocurrido más homicidios e intentos de homicidio en este periodo. La PNC contabiliza 49 a la fecha y 71 personas lesionadas. Mientras que en la zona 6 se registraron 36 crímenes y 39 heridos. En la zona 1 fueron reportadas 20 muertes violentas y 66 lesionados. Las zonas 7 y 5 contabilizaron 15 asesinatos cada una y 34 y 29 casos de lesiones.

El Ministerio de Gobernación y el Ministerio Público utilizan este tipo de informes para articular operaciones en conjunto con el propósito de enfrentar a las bandas delincuenciales. Los allanamientos y las capturas de células delincuenciales, en la zona 21 por ejemplo, redujo el índice delictivo en esa área en comparación a 2012 y 2013.

Igualmente, han ubicado los sitios con mayor incidencia delictiva, entre ellos la colonia Quinta Samayoa, zona 7; colonia Santa Fe, zona 13; La Reformita, zona 12; el Barrio San Antonio y la colonia Cipresales zona 6; colonia El Progreso, zona 11 y Los Paraísos, San Rafael, La Maya y La Alameda, zona 18.

Aunque existen estos datos específicos, la Policía considera que en cualquier punto de estas áreas operan bandas criminales.

Vivir en la zona 18

Mario Sepúlveda, Elizabeth Román y Ever Villatoro, presiden Comités Únicos de Barrio de La Alameda III, Los Pinos del Paraíso II y San Rafael El Prado, las tres colonias de la zona 18.

Para los tres resulta complicado vivir en esta zona, en donde es común la muerte de jóvenes asociados a pandillas. Solo la semana pasada dos muchachas fueron encontradas sin vida en áreas de esta circunscripción.

Román, conocida como doña Betty, es propietaria de una tienda y desde ahí observa y se entera de lo que ocurre en su barrio. “Conmigo las cosas han cambiado de un tiempo para acá. Antes había un grupo de pandilleros que asaltaba aquí mismo, pero se fueron. Ahora se siente más tranquilo”, dice.

Sin embargo, también reconoce que acciones municipales y de la Policía, como la mejora del alumbrado público y de espacios públicos así como patrullajes y alertas, permiten a los vecinos una mejor convivencia en el área. “En frente de mi casa hay un parque. Ahora que está iluminado la gente se siente segura porque antes era tan oscuro. Hoy a las 11 de la noche hay gente que juega”, dice.

“Cerca de nuestra colonia también cerraron un barranco que era donde se escondían los delincuentes y ahora es un parque”, agrega doña Betty.

Sepúlveda comenta que el involucramiento de los vecinos en el tema de seguridad también ha impactado en la baja incidencia criminal de la zona, aunque ello no signifique que los vecinos hayan perdido el miedo.

La extorsión es lo que más afecta, según el líder comunitario.

“Hemos hablado con personas que tienen negocios en el mercado, farmacias, abarroterías, y me dicen: yo no puedo denunciar porque si no me van a matar. Una vez estaba con un amigo platicando en la calle y traté de convencerlo para que denunciara y llegó el extorsionista, joven bien presentado con moto y le exigió el dinero. Me sentí con los pies como de plomo, no sabía qué hacer”, narra Sepúlveda.

De acuerdo con el vecino, ha habido logros importantes en temas de seguridad, pero por el “estigma” hacia la zona no se publicitan. “A nosotros nos tachan de zona roja y peligrosa, pero las extorsiones se dan en zona 14 y zona 10”, añade.

Por esto mismo, quienes viven en zona 18 no son bien vistos. Los bancos y almacenes de electrodomésticos populares les niegan crédito, eso le ocurrió a Villatoro; y restaurantes de comida rápida y taxistas se niegan a ofrecerles servicios.

“Por unos nos consideran iguales a todos y eso no es cierto. Si no en la mañana, a la hora pico no habría colas de automóviles de todos los que salimos a trabajar”, añade Villatoro.