El autor parte de tratar la polémica entre monismo y pluralismo jurídico, y desde esta última posición analiza el reconocimiento, en los Estados Latinoamericanos, de los ordenamientos jurídicos y la aplicación por jueces propios del Derecho de las comunidades indígenas. La obra supone el más completo estudio comparado sobre esta materia ya que analiza todos los países del ámbito latinoamericano, desde los que tienen una regulación más amplia sobre esta cuestión hasta aquellos que hacen un mínima referencia al problema del pluralismo jurídico.